¿Por qué hacerme un tratamiento de medicina estética?

¿Cuándo hacerme un tratamiento de medicina estética ?

En los tiempos tan convulsos que corren, donde la inflación, las guerras y las malas decisiones políticas son el pan nuestro de cada día, a muchas personas les puede parecer "banal" querer invertir dinero en un tratamiento de medicina estética para verse mejor.

A mi parecer, lucir más jóvenes o tener una buena apariencia. Justo en los momentos más duros, cuando nos sentimos saturados de problemas y preocupados por el futuro, mantener un estatus, un trabajo, o simplemente ser vistos por nuestros hijos y escucharlos decir "qué bien está mamá o papá" (que, por cierto, si no lo sabías, es la base de la autoestima, ya que nuestros hijos son como esponjas que copian todo lo que ven en nosotros), es en estos momentos cuando vernos y sentirnos bien con nosotros mismos es, muchas veces, la base para sobrellevar ese cúmulo de situaciones que nos pueden hacer tambalear y perder la confianza en que el mañana será mejor.

Darnos un respiro, dedicar un momento a nosotros mismos, a nuestro autocuidado. Querernos para que el universo nos quiera y nos dé todo aquello que anhelamos. NO, la medicina estética no es un gasto banal, no es la expresión del ego, es más que eso. La OMS define muy bien el término "salud": "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades", por lo que la medicina estética también es sinónimo de salud, ya que puede ser una herramienta para lograr este bienestar.

Sin embargo, es importante recordar que un tratamiento de medicina estética no es una solución mágica para todos nuestros problemas. Es esencial tener expectativas realistas y comprender que los tratamientos estéticos son solo un complemento que nos acerca más a conseguir la felicidad y el éxito en nuestras vidas. En resumen, un tratamiento de medicina estética puede ser una forma de cuidar de nosotros mismos y mejorar nuestra salud, pero es importante tener en cuenta que no es la única forma ni la más importante… al menos así lo veo yo desde mi sinceridad.